Pedro Vizcay/DIARIO DE LEON
A diferencia de lo que, hasta la fecha, ha venido sucediendo con la caza menor, en una temporada francamente buena, las cacerías de jabalí no están ofreciendo los resultados habituales, bastante peores de los que se obtuvieron la pasada temporada. En todos los medios cinegéticos se comentan los pobres resultados que están arrojando las últimas monterías, varias de las cuales se han saldado con cero cochinos. El lado positivo es que los accidentes de tráfico provocados por estos voluminosos animales, y que han estado a punto de arruinar las economías de algunos acotados, se han reducido también considerablemente.
Cuando comenzaron a producirse con bastante frecuencia los accidentes de carretera en los que se veían implicados estos animales, los daños debían ser sufragados por los acotados a causa de una Ley de Caza Regional que así lo determinaba.
Esta situación anómala trató de solventarse modificando la Ley de Tráfico, pero las sentencias inexplicablemente siguen aplicando los daños a los acotados por cuyos terrenos discurren las carreteras en las que se producen los siniestros. Las sociedades de cazadores, incluso en los acotados donde no se caza el jabalí, han tenido que suscribir pólizas de seguro cada vez mas costosas para prevenir unos daños de los que, evidentemente, no son responsables.
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